Barça pierde

Tras una pretemporada ilusionante, el partido de vuelta de la previa de la Champions el pasado martes en Cracovia ya hizo mosquear un poco a los aficionados culés. No gustó casi nada de ese encuentro. Por eso, el ‘soci’ y el aficionado estaba ansioso por ver lo que pasaba en el debut liguero y, además, en uno de los partidos que se preveía como ‘típico’ del que puede ser la temporada, contra un rival cerrado detrás y buscando la contra.

Para el debut en Liga, Guardiola dispuso un equipo que solo cambiaba con respecto al de la temporada pasada por la presencia de Dani Alves en el lateral derecho en el lugar que era de Zambrotta. El resto, los mismos hombres que utilizaba Rijkaard y con una delantera totalmente atípica: Messi, Eto’o, Henry, tres jugadores a los que les encanta jugar por el centro de la delantera.

El primer tiempo del Barça sólo admite un calificativo: decepcionante. Si nos llegan a decir que estábamos aún en la temporada 2007-2008, nos lo habríamos creído. Como hemos dicho, solo un cambio en la alineación y nada más. El 4-3-3 habitual, un juego muy horizontal, todo el juego por el centro de la delantera, y ante la duda, balón para Messi y que el argentino se espabile. Delante, el Barcelona tenía un equipo modesto, que toca con los pies en el suelo y que sabía que si jugaba ordenado, tenía mucho ganado.

Un disparo a las nubes de Eto’o (9′) fue el preludio al gol del Numancia. Contra del equipo local, muy rápida, por la izquierda. El Barça que se replega horrorosamente y deja a Mario totalmente solo dentro del área, escorado a la derecha. El balón le llega al canterano del Numancia quien, de fuerte disparo cruzado y alto, bate a Valdés. La primera en la frente.

A partir de aquí, lo de siempre. El Numancia aún más cerrado y el Barça buscando la reacción más con el corazón que con la cabeza. Ni rastro de la inteligencia que se les supone a los jugadores. Juego embarullado, precipitación total y poca cosa más. Los números hablan de una gran posesión de la pelota y de que el juego se desarrollaba más en el campo del Numancia, pero eso ya era lo que quería su entrenador, Sergio Kresic. Porque sabía que era la mejor manera de complicarle las cosas a los de Guardiola.

Por el Barça, solo una ocasión clara, un disparo al larguero en el minuto 16 de Eto’o. Otras medias ocasiones, como un disparo de Henry que atajó el portero local (14′), un centro-chut de Iniesta que no encontró rematador (32′) y una muy buena jugada individual de Xavi (44′) pero concluida de manera deficiente con un disparo flojo que salió fuera. Total, que 1-0, el culé ‘emprenyat’ y todos al vestuario.

TRES CAMBIOS EN 20 MINUTOS

Sin cambios en el descanso, el segundo tiempo comenzó con un buen susto para Valdés, con un remate a las nubes de Mario, en una jugada muy parecida a la del gol del Numancia en el primer tiempo. A partir de aquí, ataques y más ataques del Barcelona pero sin orden ni concierto, todo por el centro.

A los 20 minutos, Guardiola ya había hecho los tres cambios. Hleb, Bojan y Keita entraron por Touré, Henry e Iniesta. Pero nada cambió. Y es que el problema seguía siendo el mismo. No había juego por la banda, todo era por el centro y así pocas dificultades tenía la defensa del Numancia para solventar la papeleta.

No fue hasta el minuto 23 cuando el Barça tuvo su primera ocasión un poco clara del segundo tiempo, con un remate de Eto’o que detuvo el portero Juan Pablo. Y tres minutos después fue Bojan quien tuvo la ocasión, en una jugada embarullada, en la que primero el portero despejó el balón y posteriormente un defensa mandó la pelota a córner.

El Numancia estaba cada vez más ahogado y más encerrado en su área y eso hacía aumentar el dominio del Barça y que, aunque solo fuera por insistencia, llegaran las ocasiones de gol, aunque ninguna muy clara. Un disparo de Xavi que salió fuera por poco (28′) o un disparo de Messi (32′) desde fuera del área que Juan Pablo detuvo sin demasiados problemas.

En los últimos minutos, dominio ya agobiante del Barcelona, pero sin saber que hacer ante la ordenada defensa, más numantina que nunca, de los hombres de Sergio Kresic. A pesar de ello, fue cuando más méritos hicieron los de Pep Guardiola para marcar. El gol del empate pudo llegar en el minuto 41, con un centro medido de keita y remate de cabeza cruzado de Eto’o que salió fuera por muy poco. O ya en el 45, con un remate al poste de Messi en un lanzamiento de falta directa.

Y eso fue todo. Ya no hubo tiempo para más y el Barça verá durante 15 días – ahora la Liga se para una semana – como su nombre aparece en las clasificaciones entre los peores equipos de Primera División. No es momento de quemarlo ya todo. Esto solo ha hecho que comenzar, pero lo triste es que este Barcelona solo se diferencia del de la pasada temporada en que los jugadores corren más y parecen tener un poco más de ilusión y ganas. Pero eso es muy poco para un equipo que se ha gastado más de 80 millones de euros en fichajes o que tiene a un jugador, Henry, que cobra lo mismo que todo el presupuesto del Numancia.